El ciclo circadiano es el mecanismo a través del cual el organismo se regula entre el día y la noche. A partir de él, los procesos fisiológicos se ajustan para que el cuerpo pueda desempeñar sus actividades, como despertar, sentir hambre, sentir sueño, etc. El período de 24 horas, es decir, un día completo, es el que conduce el ciclo circadiano. Es nuestro "reloj".
La luz durante el día y la falta de ella durante la noche influyen en nuestro reloj biológico, que regula las actividades de cada período del día, determinando los comportamientos del organismo.
El ciclo circadiano interfiere en la temperatura corporal, en la producción y liberación de hormonas y en el apetito. Es decir, su influencia en el metabolismo es directa.
Durante el día, el cortisol ayuda a despertar y la insulina ayuda en los procesos de uso de la glucosa obtenida a partir de los alimentos. Durante la noche, la melatonina prepara el cuerpo para dormir. Por lo tanto, las elecciones de horarios y los hábitos que tenemos pueden influir positiva o negativamente en el equilibrio hormonal. Es esencial prestar atención a esto para que el desequilibrio hormonal no desencadene ninguna enfermedad.
¿Alguna vez has notado que hay "personas diurnas" y "personas nocturnas"? En el cerebro hay un área responsable del comando que define nuestra preferencia por el día o por la noche. Es decir, la "elección" de momentos para realizar las actividades diarias es cerebral. Esto significa que el ciclo circadiano, hasta cierto punto, es muy personal. Y el nombre que se le da a esto es cronotipo, la tendencia de las necesidades de cada uno durante los períodos del día.
Los hábitos diurnos o nocturnos interfieren en todos los hábitos y actividades que realizamos a lo largo de cada día, especialmente debido a la luz. La genética ya es un factor reconocido como condicional para la determinación del cronotipo individual. No es determinante, pero influye en la predisposición.
El cronotipo está directamente asociado al metabolismo y es esencial entender cómo funciona el organismo a partir de la genética individual. Conocer nuestro propio metabolismo y los horarios en los que producimos más, descansamos de forma más profunda, sentimos más o menos hambre, es una gran ventaja cuando el objetivo es la calidad de vida, el equilibrio y una vida más saludable. El reloj biológico tiene mucho que ver con los hábitos.